Formación

Por Ratoner

En el bajel pirata BiblioReto, surcando las olas del Mar Belegaer, la tertulia de hoy gira en torno a la formación. El Capitán Brujillas, con su sombrero ladeado, lanza la primera andanada:

—¡Por las barbas de Ulmo! ¿Qué es esto de aprender en un barco pirata? ¿No basta con saquear libros y leerlos?

Oscarina, la zíngara mapeadora de palabras, sonríe mientras hojea un tomo polvoriento.

—No, capitán. La formación aquí es un mapa vivo. Cada libro nos enseña a navegar: desde los nudos marineros de un manual hasta las tormentas del alma en un poema. ¿No es eso aprender? —dice, trazando rutas imaginarias en el aire.

Imagen: Grok

Ratoner, el ratón cuántico, salta sobre un montón de pergaminos.

—¡Yo digo que es más! En este bajel, la formación es cuántica: un día descifras runas élficas, al otro debates con Sócrates. Ayer, un libro me enseñó a reparar el timón; hoy, a cuestionar por qué lo hice. ¿No es eso un tesoro? —pregunta, con su cola vibrando de emoción.

Brujillas gruñe.

—¡Pero yo quiero acción, no solo palabras! ¿De qué sirve un pirata culto si no sabe blandir la espada?

 Oscarina replica.

—La espada corta, pero el saber guía. En el curso de LABBBs aprendí a convertir una taberna en un laboratorio; aquí, cada lección es una aventura.

—La formación en el BiblioReto no es un aula estática —tercia Terre—. Es un vaivén de ideas entre cubierta y bodega. Se aprende a leer el viento, a discutir con los clásicos, a inventar futuros.

—¡Que no falte el ron ni el debate! —ríe Brujillas, cediendo al fin—. Porque en este bajel, formar no es solo llenar la mente, sino encenderla como un faro en la tormenta.

IA: Grok