Este relato viene de aquí.
Gerardo fue el primer Alcalde de Gerindote y hoy no viene a cuento mi mote, él siempre me visitaba, cuando el taller de mi padre frecuentaba, a veces enseñaba y otras veces se enfadaba, decía que lo único que a él le importaba era el amor de su amada, aquí les dejo hoy sus palabras. "Si te buscas una mujer; que sea limpia y delgada, porque guarra y gorda con los años ella se hará". "Evita siempre a las putas, ellas te ensucian la mente, el cuerpo y el alma, eso no es amor, solo pasar un rato en la cama, es comer de un puchero y todos con las manos, jamás sabrás los que han sido los menos sanos."
Y con estas enseñanzas fui pasando mis ratos, unas veces en el trabajo y otras veces en el brasero, con las manos dentro del refajo.
Desde aquel entonces siempre he luchado por trabajar y encontrar a mi alma gemela, ahora vivo en Fuenlabrada pero con mi mente en Madrid, en mi casa y gracias a mi amada, ahora tengo cama y hasta mi propia almohada.
Todos los días disfruto de su compañía y eso me ayuda a trabajar con más alegría.
Cada vez que en uno de mis viajes coincido con abuelos y mayores, les ayudo y les hablo como si fueran los que me enseñaron todos estos valores.
Todos hablan de envidias y rencores, de pesares y temores, pero cuando les digo que soy escritor y que estoy haciendo un libro por y para Madrid, todos me aplauden como si fuera uno de los mejores.
Disfrutamos de nuestros encuentros, como también encontramos gente que siempre son desagradables, eso no me impide que les muestre mi sonrisa y les tienda mi mano en momentos de dificultades, unas veces por los años y otras veces por las propias limitaciones del cuerpo humano.
Ahora ya me despido con estos versos hechos en prosa y gracias a mi amigo y a mi esposa, nos veremos todos juntos en el parque de las flores y observando a las brillantes mariposas.
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