Mis Seis Abuelos (1ª Parte)

Por Brujillas

Al igual que muchos niños, tuve la suerte de conocer a mis cuatro abuelos, mi abuela materna se fue, un doce de octubre del fatídico año dos mil siete, después de soportar durante veinte años, la enfermedad del azúcar, seguida de una artrosis general que le hizo perder toda movilidad, sin embargo, era consciente de todo lo que sucedía a su alrededor, recordaba y nos hacía recordar lo maravillosa que es la vida, desde nuestra niñez hasta la vejez.

Imagen: Brujillas

Una vez me contó, en uno de nuestros paseos por el cementerio. «Mira, si no cuidamos nuestra salud desde la niñez, pasando por la juventud, aquí un día terminamos todos, ese día le tenemos que alargar lo máximo posible, siempre que tengas manos y cerebro, puedes conseguir lo que se te antoje». «Luego viene, la mano del destino, aquí está el amigo de tu tío, un día después de salir de trabajar, perdió la vida con su mayor pasión, las motos». Desde entonces cada vez que voy al encontrarme con ella, allí me postro de rodillas, recordando y llorando en su sepultura.

Después mi abuelo materno, a veces loco, a veces cuerdo, el siempre me dijo; «Si tengo un duro en el bolsillo, lo conservo como si fuera el único».

—¿Por qué abuelo?

—Porque hoy tengo este duro y no lo necesito pero mañana puede ser que tenga que ir de visita imprevista y este duro, lo necesite alguien más que yo, así le podré ayudar y al mismo tiempo nos ayudamos los dos, el tendrá este duro; pero… en el fondillo de mi bolsillo, yo también tendré, este duro, conmigo siempre va un duro en el bolsillo, no te dejes llevar por tus emociones, ellas vienen y van, al igual que los años han de pasar, olvídate de lo que ves en televisión, agudiza tus oídos y presta atención a lo que sientes en el corazón.

Todo esto lo cuento, porque la razón hoy parece un simple cuento, son historias vividas desde mi más tierna infancia.

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