Así funciona la cosa: uno empieza hablando de su novela favorita, otro le sigue con una anécdota que nada tiene que ver, y al rato alguien mete una opinión sobre política actual, mientras el resto escucha, interrumpe y se ríe. Esto es lo que hace a la tertulia entreverada tan única: no sigue ningún guion, se deja llevar.
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Imagen: GPT3.5 |
Aquí no hay tema principal ni hilo conductor. Lo mismo puedes acabar discutiendo sobre el final de una serie de moda que explorando teorías filosóficas de grandes pensadores. Y esa es la gracia, que lo mismo se habla de arte y poesía que del último chisme del barrio. La mezcla, aunque caótica, resulta refrescante y divertida.
No es un debate ni una conferencia; aquí la cosa es libre y desinhibida, como si cada quien tuviera su propio tema en la cabeza y, aun así, todo encajara.
Es un espacio donde no importa si no eres un experto en el tema, porque lo interesante es lo que cada uno aporta desde su experiencia o sus ocurrencias. Quizás alguien comente algo que otro nunca se había planteado, o alguien se ría de la idea más absurda, y todos terminen aprendiendo un poco de los demás.
Una tertulia entreverada es, en esencia, una conversación viva y variada, donde lo importante no es llegar a conclusiones, sino disfrutar del viaje. Un espacio de encuentro donde el caos se convierte en chispa creativa y todos salen con algo nuevo.
IA: GPT3.5
Me encanta compartir, con mi Querida Zíngara Errante cada uno de estos modelos, gracias al ratón cuántico.
ResponderEliminarRecuerda que has colaborado en crear dichos modelos.
EliminarUn abrazo 🤗