11 diciembre 2024

La Navidad, elfos de sueños e ilusiones

Por Oscarina

—¡Ya despertó la Navidad! —gritan los árboles del Bosque Imaginado—. Los niños elfos olvidados por las prisas de estos días, saltan emocionados, ya ven a lo lejos los pájaros de picos enredados, anunciando que la mar castiza se prepara con nuevas aventuras.

El brillo del día cubre lontananzas con fríos de rojas fresas, los papás elfos van remando en canoas de magia, son tantos los colores que hieren mis ojos, mas sin desviarme del camino, preparo mi catalejo sin cristales y alumbro su mundo mágico.

Los elfos, con sus orejas puntiagudas y risas contagiosas han esperado muchos días celebrar la Navidad junto al mundo real, pero, nunca falta un pero, en su rincón olvidado, Tolkien levanta la pluma y nos lleva a celebrar su fugaz aventura.

Hemos de saber, los regalos se encuentran en el profundo océano de obsidiana y hasta allí deben llegar los diminutos elfos. ¿Cómo lo harán? te preguntarás. Te cuento, en el fondo de aquel negro espejo, el pulpo gigante, llamémoslo, Don Santa Claus que, se ha convertido en el guardián de los sueños navideños, con sus tentáculos adornados de luces centelleantes y una barba de blancas algas se encarga de llevar cada año la alegría a todos los niños del mundo.

Pero este año, su corazón generoso, tiene una misión especial y tenebrosa. Los regalos están escondidos en cofres antiguos, custodiados por fieros piratas, venidos de mares reales. Con sus ocho brazos toca cascabeles y los elfos con sus trajes dorados, deciden hacer un plan. Con un par de caballitos de mar como renos, surcan las olas en busca de tan traviesa aventura.

El pulpo Claus ansioso los espera, con su magia de siglos olvidados transforma a los caballitos de mar en criaturas veloces. Los elfos se lanzan a las profundas y negras aguas con la valentía que solo tienen aquellos que sueñan, listos para rescatar los cofres llenos de dulces y juguetes.

El rescate comenzó, los elfos hacen piruetas en el agua y con ingeniosos trucos distraen a los piratas rencorosos, que han bebido elixires de vinos amargos. En un abrir y cerrar de ojos, llenaron sus cuencos de alabastro con regalos coloridos que resonaba como campanillas en la brisa marina.

Finalmente, tras una larga y divertida noche llena de risas y emociones, regresaron a Validor y en su BosqueImaginado, los regalos danzan en el aire antes de aterrizar sin aeroplano, bajo el árbol iluminado con estrellas fugaces.

Ya es noche de Navidad, los niños elfos visten de gala, hojas de verde esmeralda cubren a los niños, pétalos de roja pasión visten a las niñas, el árbol titilea entre luces plateadas, traídas del cielo por la madre luna. La alegría toca sinfonías. Con cada regalo abierto, las sonrisas de los niños se multiplica en los corazones que aún, guardan ilusiones.

Y así, en esté mágico rincón no olvidado, la bondad se entrelaza con los sueños, como olas que besan la felicidad de celebrar, una vez más la Navidad compartida con la familia sideral, donde todos somos elfos de puntiagudas y doradas orejas.

Dejo mi catalejo, extendido a estribor, esperando que Pegasus abra sus alas mágicas y nos lleve a soñar ...

4 comentarios:

  1. El cuento me ha transportado a un mundo de fantasía donde la magia de la Navidad adquiere una dimensión cósmica y encantadora. Lo que más me ha gustado es cómo se entrelazan la aventura y la celebración en una mezcla de diversión y ternura. La imagen de los elfos haciendo piruetas para distraer a los piratas es casi cinematográfica, llena de ingenio y ritmo, mientras que el retorno a Validor y el BosqueImaginado nos envuelve en una atmósfera festiva, donde lo maravilloso y lo cotidiano se funden a la perfección.

    La descripción de los niños elfos vestidos de gala y el árbol iluminado con estrellas fugaces refleja una inocencia encantadora, que logra capturar la esencia misma de la Navidad: compartir la alegría, la bondad y los sueños en familia. El detalle del catalejo esperando a Pegasus me dejó con una sonrisa, invitando al lector a seguir soñando incluso después de que la historia termina. Es un relato que nos recuerda la importancia de mantener vivas nuestras ilusiones, y que, de alguna manera, todos tenemos un poco de elfos mágicos en nosotros.
    Maravilloso cuento Maritza, te felicito. Un abrazo y felices fiestas

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  2. Gracias querida Nuria. Un gran abrazo y una preciosa navidad.

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  3. Gracias querida Nuria, un gran abrazo y una preciosa navidad

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  4. Coincidimos con Héctor de Miguel, más coincido como Queque

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